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sábado, 1 de octubre de 2011

Teshuva un buen momento



¿Teshuvá por amor o temor?


Nuestros sabios dicen que no es igual una persona que se arrepiente por temor a una que se arrepiente por amor. La primera convierte sus pecados deliberados en pecados inadvertidos mientras que la segunda los transforma en méritos.




Una persona que se arrepiente por temor de hecho está subordinada a Elohim; sin embargo, esta subordinación es semejante a verse obligado por temor al Se Por lo tanto, su servicio Divino puede ser descrito como negativo -trata de anular todo obstáculo para el servicio Divino. El resultado del arrepentimiento es entonces también negativo: la naturaleza deliberada de transgresiones voluntarias es negada (se les transforma en pecados inadvertidos).




Sin embargo, aquel que se arrepiente por amor se santifica a sí mismo para servir a Elohim con amor y deseo, impulsado por su ansia de unirse a Él. Con ello logra una nueva existencia, una de unión Divina.


Teshuvá con alegría


La Teshuvá, como todas las mitzvot, debe estar llena de alegría aunque pueda también ser acompañada de un dolor profundo. Una mitzvá tan importante como la teshuvá, que además tiene el poder de rectificar las fallas en todas las mitzvot, ciertamente debe ser cumplida con alegría.



De hecho, la Teshuvá misma está compuesta tanto de dolor como de alegría quien ha pecado puede volver a Elohim y unirse a Él, y no hay mayor alegría que esta.


La Teshuvá, entonces, tiene dos componentes: amargo remordimiento por el pasado, y una gozosa resolución para el futuro

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